miércoles, 21 de marzo de 2012


LOS DOMINGOS A LA FERIA.

Uno de los recorridos mas típicos de montevideo los domingos por la mañana es la feria de Tristán Narvaja, ubicada en pleno centro justamente en la calle que le da su nombre Tristán Narvaja.
En esta feria se puede comprar casi cualquier cosa. Podemos comprar alimentos, como la típica pasta de los domingos, frutas, verduras; asi como también hay otra variedad de productos  como libros de primera y segunda mano, muebles, repuestos, herramientas, películas y juegos, incluso mascotas.
 
libros 
Esta feria, que tiene ya 103 años de trayectoria (ya que fue fundada en el año 1909) es visitada todos los domingos por miles de ciudadanos y tantos otros turistas, ya que se ha convertido en una de las fotos postales de nuestra ciudad.
Comienza a las ocho de la mañana y  finaliza alrededor de las cinco de la tarde. Si desea visitarla podrá hacerlo, este domingo.


Un aplauso para el asador.


El pasado domingo 11 de marzo, me levanté temprano. El sol brillaba con bastante intensidad desde las siete Am del nuevo horario.
Me encontraba en mi ciudad natal Juan Lacaze en el departamento de colonia. Me estaba quedando en lo de mi hermana quien casualmente estaba de paseo en Montevideo, junto a mi cuñado “el gordo” (amante de la comida tradicional uruguaya) y mi sobrinito Mateo de apenas 6 meses. Retornarían a Juan Lacaze al mediodía de ese mismo domingo.
Mi idea, la cual se me ocurrió el sábado por la noche en medio de una charla con amigos, era recibirlos con un jugoso asado bien a la uruguaya. Así que  apronté el mate y salí  hacia la carnicería, a ver qué  había para tirar a las brasas.
Termine comprando 5 kg de asado en tiras,  4 mollejas, una rueda de chorizo y 4 chinchulines. Para las once del mediodía ya tenía toda la carne en casa. Entonces recibí el llamado. Era mi hermana avisándome que mi primo de Brasil estaba en camino, junto a dos amigos brasileros. Por suerte había comprado  carne suficiente, seguramente llegarían con hambre.
Me dirigí al patio, tome unas leñas y comencé a encender el fuego en la churrasquera. Dejé la carne en la parrilla y entre a la cocina para preparar una ensalada rusa, el acompañamiento perfecto. 
Después de un rato, incluso antes de que llegaran los invitados, la comida estaba lista. Así fue como quedo: 



martes, 20 de marzo de 2012

Bajo la misma bandera.


Además de nuestras tradicionales costumbres, que nos identifican como quienes somos, existe un deporte que une a todos los uruguayos a la hora de practicarse en el marco internacional. El futbol.
Uruguay fue el primer campeón del mundo en el año 1930, cuando el mundial se disputo justamente en nuestro país. Desde hace casi un siglo que nos vemos representados por el color de nuestro cielo, celeste.
Basta con mirar las tribunas del estadio centenario para entender lo que este deporte significa para nosotros. Cuando juega la celeste, rara vez queda un hueco vacío.
Todavía recuerdo el partido contra Australia por el repechaje de corea-Japón 2002, fui a verlo con toda mi familia a la tribuna olímpica, realmente fue un partido muy emocionante. Después que “el changue” metió el tercer gol recuerdo ver la ambulancia del suat en la tribuna América y muchos policías, en el momento no sabía lo que estaba pasando, pero luego de llegar a mi casa y ver las noticias lo supe: un hombre había sufrido un infarto. Otro reflejo de cómo los uruguayos llevamos este deporte y sobre todo nuestra selección en  la sangre.
En el futbol local, cada uno elige su bandera, pero cuando juega la celeste todos estamos bajo la misma. Esta pasión  que se  vive desde por lo menos el año 1930, revivió cuando se disputó el memorable mundial de Sudáfrica 2010, cuando nadie apostaba nada por los Charruas y éstos obtuvieron el honorable cuarto lugar. Todo el país vivía le euforia de que su selección se estaba metiendo en la elitte del futbol mundial. Un millón y medio de personas recibieron a los jugadores en su regreso, la mitad de nuestra población total.
Esta demostración de mejor futbol que el que se venía mostrando, quedó totalmente demostrado tras nuestra última conquista internacional, la copa América. Dejando en el camino a nuestro “archirival” Argentina y venciendo en la final a paraguay con un cómodo tres a cero.
La bandera uruguaya sigue flameando y está mas viva que nunca en nuestros corazones y en el futbol mundial. Si algo hoy en día es seguro, es que a ningún otro seleccionado le gusta enfrentarse a Uruguay. Un equipo que ha entrado nuevamente en la historia.

sábado, 25 de febrero de 2012


Candombe si, del Uruguay.
¿Cuántas veces hemos visto vibrar el suelo de Barrio Sur y Palermo al ritmo de los tambores? Febrero nos trae las llamadas y el ritmo del candombe.  Pero, ¿Cuál es el origen de este género y cuál es su importancia para nuestro país?
El candombe es un género que evolucionó durante la época colonial en Uruguay, donde aún hoy se practica. Originado a partir de ritmos africanos, se convirtió en el género “afro-descendiente”  más popular de nuestro país.  Se desarrolló principalmente en Montevideo, debido a la mayor afluencia de esclavos africanos.

Según Ayrton Dos Anjos, un amante de este ritmo, para quienes lo practican es mucho más que un género musical. Para él representa una forma de vida, un estado de ánimo, una cultura. El candombe sin duda es para muchos un sentimiento con el cual se identifican y con el cual identifican a Uruguay,  ya que por más que es originario de la actual Angola, en Barrio Sur y Palermo fue donde adquirió su forma actual.
Al principio, los que lo practicaban eran sólo los esclavos africanos, quienes estaban en Montevideo durante el siglo XVII y XVIII. Luego, y esto sí es originario absolutamente de nuestro amado país, nace la comparsa.

La comparsa es la agrupación que une a los personajes típicos del candombe, como lo son “la mama vieja, el gramillero, el escobero y el grupo de baile”. No olvidemos tampoco a la cuerda de tambores con la que debe contar la comparsa (50 percusionistas como mínimo).
El candombe típico del Uruguay se toca con 3 tambores diferentes. Uno grave “el piano”, uno medio “el repique” y uno agudo “el chico”. Al conjunto de estos tres tambores se los denomina “la cuerda”.

Casi 300 años en nuestra cultura y aún así año tras año la misma celebración. Una fiesta llena de colores y alegría, bajo el nombre de “llamadas” donde se reúnen todas las comparsas de los alrededores y nos contagian su grito que alguna vez fue de libertad. Hoy en Uruguay ya no hay esclavos, pero sigue habiendo gente que los recuerdan y cada año asisten a esta celebración. 

viernes, 17 de febrero de 2012


El mate, amigo de los uruguayos.

Estemos donde estemos, solos o acompañados, en pareja o entre amigos, siempre contamos con la compañía de nuestro leal amigo “el mate”. Este elemento ha presenciado la joven historia de nuestro país, al encontrarse en él desde antes que éste fuera llamado Uruguay.
Algunos conocedores de la historia de este objeto afirman que la yerba mate llegó a nuestras orillas en el año 1598, en mano de los guaraníes que navegaban por el río Uruguay con el fin del consumo personal y también de su comercialización.
Hay gente a favor, que no le hace asco al mate ni en la mañana, ni en la tarde, ni siquiera en la noche. Tienen su propia manera de aprontarlo, su estilo de cebarlo y su propio ritual para consumirlo.
Otros, que están en contra denominan a los primeros “mateinómanos”,  ya que creen en el mate como una especie de vicio tan maligno como el mismísimo tabaco.  No soportan ver el agua verde con espuma entre las hojas de una planta que jamás han visto de otra forma que no sea seca y molida, dentro de una especie de vaso de madera. “¡Vaya a saber uno de donde salió!”. Además, califican a sus consumidores como “vagos y holgazanes”.  Quizás esa gente debería tomar un vuelo a Europa donde prácticamente no se ve este fenómeno, que se yo. Pero si por casualidad se cruzan a alguien con mate, sabrán que están frente a un compatriota.
¿Pero cuáles son las verdaderas virtudes de esta costumbre y cuáles son los peligros que corremos al consumirlo?
Expertos afirman que la yerba mate contiene entre sus componentes químicos elementos como el sodio, el potasio, magnesio y manganeso, 15 tipos de aminoácidos, vitaminas A, b1, b2 y C.  Además de poli fenoles que ayudan al organismo a optimizar sus defensas.
Por otra parte, algunos científicos han señalado al consumo crónico del mate como un factor que incremente la probabilidad de cáncer en la vejiga, en el pulmón, el esófago, la cabeza y el cuello. Aunque les falta comprobar que reacción tiene la yerba en el organismo para incrementar estas posibilidades. También aseguran que el mate promueve la ansiedad, el insomnio, las nauseas y el dolor de cabeza.
Lo cierto es que el mate caracteriza, identifica y simboliza nuestra joven pero existente cultura. Cada hogar, cada oficina, cada plaza o parque son amigos de esta tradición. Seguramente muchas personas que no lo consumen, pero sabemos que el chillido de la caldera no dejara de sonar en Uruguay cada mañana.